sábado, 13 de julio de 2013

VALORA LO QUE TIENES


   1. Sé consciente:
Tienes vista, oído, olfato, gusto, tacto… Puedes caminar, correr, saltar, nadar, pensar. ¿Te habías dado cuenta? Puedes leer esto y muchas otras cosas gracias a que puedes ver y a que has podido aprender a leer y juzgar lo que estás leyendo gracias a tu capacidad para analizar. Escucha: ¿Qué sonidos oyes?; toca el papel, ¿qué textura tiene?; levántate y coge una fruta o una galleta, ¿está rica?; mastícala y saboréala a consciencia, obsérvala y huélela… ¿has podido levantarte y cogerla?, ¿has podido elegir cual coger?, ¿has podido verla, olerla, tocarla y saborearla?, ¿te das cuenta de la fortuna qué tienes?

  2. Observa y aprende:
Seguro que conoces alguna persona que ha estado cercana a la muerte, ¿cómo vive ahora?, ¿aprovecha la vida como una nueva oportunidad?... Hay personas que han perdido la vista o la capacidad de andar pero no por eso se sienten inválidas; potencian otras posibilidades y desarrollan más los demás sentidos; valoran mucho más lo que tienen… Mira a la gente mayor; hay cosas que ya no pueden hacer pero podemos aprender de todas ellas.

      3. Conserva:
Persona precavida vale por dos… ¿Cuántos accidentes podemos evitar con un poco de precaución?... Más vale prevenir que lamentar… Evita riesgos innecesarios… Conserva lo que tienes, protege a los que quieres… ¿Cuántas cosas has perdido por un descuido?... Camina por la vida sin miedo pero con prudencia.

La Tierra con forma de Corazón

4    4. Manifiesta tu amor:
Exprésales tus sentimientos a tus seres queridos, no te quedes con las ganas. Da ese beso, ese abrazo, esa palmada en la espalda. Que no se queden en tu garganta esas hermosas palabras que serán tan gratificantes para ellos como para ti. Cuida tus relaciones como de un bello jardín. Comparte tu tiempo con las personas mayores; ahora están pero se irán, escúchalas; que no se lleven todo irremediablemente todo eso que tienen que decirte, que no se vayan sin que les hayas transmitido tu amor

5. Cuídate:
Cuida tu cuerpo, tus órganos, tus huesos, tus músculos, tus dientes, tu pelo… por medio de la alimentación, la higiene y el ejercicio físico. Cuida tus pensamientos y tus sentimientos, elimina los negativos, relájate. Conserva tu salud.

6. Disfruta:
Cada momento es único, disfrútalo. Respira, tienes oxígeno. Ríe, tienes la risa; conversa, tienes el habla… Disfruta de ese maravilloso rayo de sol que te acaricia la mano, esa lluvia fresca que te resbala por las mejillas, ese viento que hace bailar tus cabellos… Disfruta de ese vino tan sabroso, esa música, ese amanecer, esas piedras cargadas de historia, ese trabajo que estás haciendo, ese cuadro… Vive cada día con plenitud, como si fuera el último. La vida es una fiesta, celébrala.

7. Supera:
La vida es demasiado corta para desperdiciarla atormentándose; el vaso puede estar medio vacío pero también está medio lleno. Lo que ya se fue no tiene remedio, puedes recordarlo pero no te detengas en añorarlo y perder lo que ahora tienes. Reacciona ante la adversidad de forma positiva; recuerda lo de “si lloras por no haber visto el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas”.

8. Juega:
Atardecer en un planeta
Jugar no es una pérdida de tiempo, es recuperar inocencia y espontaneidad, es ganar alegría. Juega con tus hijos, con tus sobrinos, con los hijos de tus amigos… No volverán a tener esa edad; crecerán, no te lo pierdas.


9. Agradece:
Agradece la vida como un maravilloso regalo que te ha sido dado. Mira el sol cada mañana y da gracias por el nuevo día. Piensa antes de dormir en todas las cosas estupendas que te han pasado, en todo lo que has aprendido, porque “nunca te acostarás sin saber una cosa más”, no te duermas sin recordarlo.

10. Respeta:
Respeta la vida: la tuya, la de las otras personas, la de los animales, plantas… Respeta el medio ambiente: el aire, el agua, la tierra… Tenemos una inmensa riqueza natural. Para algunos pueblos primitivos todo es sagrado para nosotros, ¿qué estamos haciendo?... De todos depende la conservación de este planeta que habitamos.